Continuacion...

Continúo con mi relato. Ya se que me tarde bastante, pero es que los chamines no me dan chance para nada. Van a tener que volver a leer el ultimo blog para poder seguirle el hilo a la vaina. Les contaba que finalmente el militar nos dejo entrar en el poliedro. Mi primera impresión del recinto fue lo grande que era. Tengan en cuenta que este es un chamo de Cumana quien les habla, cuyo concepto de local o sitio de concierto estaba limitado al gimnasio 26 de Octubre, la concha acústica del Parque Guaiqueri, el campo de Futbol del Lalito Velázquez y la inolvidable tarima en el patio con la mata de mango del antiguo Colegio Santo Ángel. También me impresiono que estaba oscuro pero con unos reflectores arrechísimos que iluminaban la impresionante tarima. Esos juegos de luces ya están obsoletos pero para la época eran lo último. Estaba en tarima “La Quinta Galaxia” ¿Cuántos de ustedes habían escuchado de este grupo de salsa? Esta era una banda de San Agustín, si no me equivoco. Las canciones que tocaban no recuerdo pero si recuerdo dos detalles claramente. Al empezar una de las piezas, una amiga de mi hermano Douglas que nos acompañaba, Ana Stimac, quien es tremenda cantante de paso, dijo de una vez “el cantante esta desafinado” por supuesto yo no lo note. A quienes conocen a mi familia saben que yo soy el único sordo de cualquier generación de los Saldivia. Hasta Diego, mi chamo de tres años, sale afinado, según me dicen… Sin tardar mucho después del comentario de Ana, el maraquero de la Quinta Galaxia que bailaba detrás del cantante, le dio un toconazo en la cabeza al cantante con la maraca como diciendo “saliste desafinao marico, afina” Si mal no recuerdo el tipo eventualmente emparejo. El otro detalle que recuerdo fue una descarga de timbal que resulto ser la primera que presencie en vivo en mi vida. El timbalero empezó a descargar y todas las luces se apagaron dejando solo una luz titilante alumbrándolo y destellando al ritmo de la descarga. Esa fue mi primera prueba de que las descargas de timbal son unas de las más agresivas y sabrosas de la salsa brava. Termino así la Galaxia su presentación. Yo estaba como pajarito en grama, mirando para todos lados. Que cantidad de mujeres buenísimas había ahí…No ofensa a mis chicas cumanesas, donde hay más calidad, pero esto era calidad y cantidad. Anunciaron entonces a la siguiente banda, el en aquel entonces famoso Grupo Mango. Aja, quien recuerda al grupo mango y el Ajoporro “mango, mango, mango, mango, mango, mango e’ yo traigo rico mango de ese que le gusta a usted” coño estamos viejos. A este grupo si lo había escuchado. Es más lo había visto una vez en vivo en el Polideportivo de Cumana en un show/tour que era de siete horas con siete bandas Venezolanas, en la época que se empezaba a pelear por el uno por uno y el renacimiento de la música hecha en el país. ¿Quién recuerda ese tour? Mango se la comió en su presentación, y a medida que pasaba el tiempo aumentaban las expectativas por la llegada del gran Rubén. Así llego la hora y anunciaron a Rubén y seis del Solar. Esta agrupación que acompaño a Rubén en esa ocasión y que estuvo con el por varios años y grabaron varios discos, fue el resultado de la perenne influencia que Cheo Feliciano siempre tuvo en Rubén. Recuerden que Cheo empezó con el sexteto de Joe Cuba. Seis del solar tenía el mismo formato y Rubén quería demostrar que para hacer salsa buena no hacían falta metales, ni un gran bandon. Claro para este sexteto Rubén se apoyo con músicos de altísima calidad que ya tenían tremenda experiencia en la salsa brava. Oscar Hernandez, Mike Viñas, Ralph Irrizary, Ricardo Marrero, Eddie Montalvo, etc. En esa época el último disco que había sacado Rubén era Buscando América con el tema Decisiones el mas pegado, al menos en las radios venezolanas. Continuara y pronto, lo prometo.